El Senado puso a consideración la nominación por parte del presidente Joe Biden de Ketanji Brown Jackson para ocupar el cargo de Magistrada Asociada de la Corte Suprema de Estados Unidos. La Corte Suprema ejerce una autoridad extraordinaria sobre todos los niveles de gobierno y áreas de política pública, incluyendo el clima, el agua limpia, la democracia y los derechos civiles. Como todos los jueces federales, los magistrados de la Corte Suprema son vitalicios, y las leyes ambientales son tan fuertes como los jueces que las defienden. Jackson fue previamente designada por el Presidente Biden para desempeñar el cargo de jueza de circuito de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia, y por el Presidente Barack Obama para desempeñar tanto el cargo de jueza de distrito de la Corte de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia como el de vicepresidenta de la Comisión de Sentencias de Estados Unidos. Durante su etapa en la Comisión de Sentencias, adoptó medidas concretas para reducir el encarcelamiento masivo y mejorar las disparidades racistas de larga trayectoria en condenas relacionadas con la guerra contra las drogas. Como jueza de distrito, Jackson dictó sentencias a favor de los derechos de los discapacitados, derechos laborales, derechos de los inmigrantes y una petición a comparecer ante el Congreso relacionada con la primera investigación de destitución del presidente Donald Trump. Jackson es la primera mujer negra y la primera ex-defensora pública en formar parte de la Corte Suprema, y la primera candidata a la Corte Suprema en décadas que ha sido ratificada por el Senado en tres ocasiones anteriores. El 7 de abril, el Senado ratificó a Jackson como ministra asociada de la Corte Suprema de Estados Unidos por un voto de 53 a 47 (votación nominal en el Senado 134). SÍ ES EL VOTO PRO-AMBIENTALISTA.