El Senador Tim Kaine (D-VA) presentó una enmienda a la H.R. 3746, Ley de Responsabilidad Fiscal de 2023, para eliminar una cláusula que exige la aprobación de permisos para la terminación del gasoducto Mountain Valley Pipeline, un gasoducto de fracturación hidráulica que amenaza nuestro clima, la salud pública, la justicia ambiental y la tierra, el agua y los ecosistemas de la región. En estos momentos en que deberíamos alejarnos rápidamente de los combustibles fósiles, este gasoducto fósil nos encadenaría durante décadas a 90,000 toneladas métricas anuales de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que equivale a 26 centrales eléctricas de carbón o a 19,000 autobuses de turismo. La empresa sin escrúpulos que está impulsando el oleoducto ya ha acumulado millones de dólares en multas por casi 400 violaciones de la calidad del agua, lo que supone una amenaza para el agua potable y para la salud y la seguridad públicas en general en las comunidades que se encuentran a su paso, que incluyen comunidades de bajos ingresos, indígenas y de color ya agobiadas por la contaminación. Además de los riesgos del oleoducto en sí, la inclusión de esta cláusula que obliga ciegamente a la aprobación de un proyecto y lo blinda de la revisión judicial en un proyecto de ley de aprobación obligatoria completamente ajeno sentó un peligroso precedente que permitió al Congreso eludir y, por tanto, debilitar procesos cruciales de evaluación ambiental y de participación comunitaria necesarios para estatutos aprobados por el Congreso. El 1 de junio, el Senado rechazó la enmienda Kaine por 30 votos a favor y 69 en contra (voto nominal del Senado 145). SÍ ES EL VOTO PRO-AMBIENTALISTA. El 1 de junio, el Senado aprobó la H.R. 3746, que incluía la aprobación del oleoducto de Mountain Valley, y el 3 de junio, el presidente la firmó para su entrada en vigor.